En este momento si se conduce hablando por celular tiene la misma gravedad que conducir embriagado. Dicho mas o menos esto tiene el mismo tipo de sanción pero sobretodo tiene el mismo efecto de jugarse la vida por un error. El hablar por celular o embriagado mientras se conduce tiene 4 veces mas posibilidades de que el conductor tenga un accidente fatal. Son cifras que asustan pero que si no somos conscientes en el momento para evitar todo esto no se acatan y se sufren las consecuencias. Se llego a esta conclusión desde que se pensó en que el hecho de hablar por teléfono o embriagado limita la capacidad de atención del conductor. Por eso se considera en este momento un arma letal para quien ha bebido y se atreve a conducir, sin tener el mas mínimo detalle de inteligencia de entregar las llaves o como es la campaña que hace años aparece en mi país del conductor elegido es quien disfrutara de la reunión de amigos pero sin nada de alcohol en la sangre y será quien se encargue de llevarlos a todos a la casa. Esa campaña impuesta en su tiempo aun sigue sonando pero siguen apareciendo casos a diario de este tema. No es acatada con responsabilidad y no se asume con la madurez que debería tener. Es campo también del psicólogo trabajar en la concientización de este tema en los sitios donde es pertinente.
En este momento si se conduce hablando por celular tiene la misma gravedad que conducir embriagado. Dicho mas o menos esto tiene el mismo tipo de sanción pero sobretodo tiene el mismo efecto de jugarse la vida por un error. El hablar por celular o embriagado mientras se conduce tiene 4 veces mas posibilidades de que el conductor tenga un accidente fatal.
ResponderEliminarSon cifras que asustan pero que si no somos conscientes en el momento para evitar todo esto no se acatan y se sufren las consecuencias. Se llego a esta conclusión desde que se pensó en que el hecho de hablar por teléfono o embriagado limita la capacidad de atención del conductor.
Por eso se considera en este momento un arma letal para quien ha bebido y se atreve a conducir, sin tener el mas mínimo detalle de inteligencia de entregar las llaves o como es la campaña que hace años aparece en mi país del conductor elegido es quien disfrutara de la reunión de amigos pero sin nada de alcohol en la sangre y será quien se encargue de llevarlos a todos a la casa. Esa campaña impuesta en su tiempo aun sigue sonando pero siguen apareciendo casos a diario de este tema. No es acatada con responsabilidad y no se asume con la madurez que debería tener. Es campo también del psicólogo trabajar en la concientización de este tema en los sitios donde es pertinente.